1. Vila Franca do Campo
Vila Franca do Campo, situada en la costa sur de la isla de São Miguel, es una encantadora localidad pesquera con una mucha historia. En nuestra opinión, creemos que esta población merece una visita obligatoria en un viaje a la isla de São Miguel ya que tiene muchos atractivos imprescindibles como el Islote de Vila Franca, la increíble Ermida de Nossa Senhora da Paz o la posibilidad de realizar la actividad de Avistamiento de ballenas y delfines en libertad.
Pero más allá de estos lugares y experiencias, la población en sí también merece una visita. Vila Franca do Campo tiene un casco antiguo interesante con bastante patrimonio arquitectónico. De hecho, fue la primera capital de la isla y, durante muchos años, la sede del único ayuntamiento de São Miguel.
Además, Vila Franca do Campo también es conocida por sus Queijadas da Vila, un buenísimo postre local que se puede comprar en el pueblo. Este delicioso postre se empezó a hacer por las monjas que vivían en el antiguo Convento de Santo André, en Vila Franca do Campo. Por ello, la receta creada por ellas se clasifica como "una reliquia" de la repostería. Una muy buena opción para ver el proceso de elaboración y probar las Queijadas da Vila es visitar la fábrica de las Queijadas de la Vila do Morgado.
Y todo esto, ¿no te parece suficiente motivo para dedicar un día a visitar Vila Franca do Campo? A nosotros nos parece imprescindible, especialmente para aquellas personas que disfrutan del mar y de los pueblos pesqueros. Y si no es así, sea como sea, la visita a la Ermida de Nossa Senhora da Paz es un must que no se puede perder ningún turista. Si la visitas, entenderás por qué.